La explotación del Arco Minero es un proyecto que va en contra de la población venezolana y nuestro medio ambiente.
Este proyecto que busca explotar mas de 100.000 hectáreas de bosques y selvas vírgenes amenaza el equilibrio ambiental de áreas protegidas y parques nacionales que rodean nuestro preciado río Orinoco.
La relación entre el beneficio y el daño que los venezolanos recibiremos de dicha explotación no es muy alentadora puesto que serán capitales extranjeros quienes entrarán a nuestro país a explotar minerales como el oro, diamantes y coltán para luego llevarlo a sus países de origen obteniendo incontables ganancias y dejando en Venezuela el saldo negativo de la contaminación irreversible de nuestras aguas con sustancias utilizadas en la explotación minera como el cianuro y el mercurio, sin mencionar otros flagelos sociales como la prostitución, el contrabando y el desplazamiento de nuestros indígenas que son los pobladores ancestrales de dichas zonas. La fauna y flora, de belleza y valor incalculables, sufrirán también las consecuencias de una explotación minera que va en contra de nuestros intereses como población.
La deforestación también se hará sentir puesto que para tal explotación unas 111.000 hectáreas de bosques serán depredadas para poder llevar a cabo la extración de minerales con lo cual, los ciclos de lluvias sufrirán gran afectación, impactando las zonas aledañas y causando más sequías en nuestras zonas llaneras, pilares importantes de nuestras actividades agropecuarias. Es decir, nuestras siembras y crías de animales para la alimentación de nuestro pueblo se verán aún más afectadas generando un desabastecimiento y escasez todavía mayor al que estamos sufriendo en este momento. Es posible incluso que especies en peligro de extinción desaparezcan finalmente producto de la contaminación y deforestación.
Nosotros los venezolanos debemos preservar, proteger y luchar por nuestro patrimonio natural, que en realidad vale mucho más que cualquier recurso natural destinado a la obtención de dinero. Nuestros bosques, nuestras selvas son el verdadero patrimonio pues son estos los responsables de proporcionar el equilibrio necesario para la vida. No existen remuneraciones monetarias que paguen el daño irreversible que esto traerá consigo. Seamos realistas y no permitamos que se vaya adelante con el Arco Minero!
