Una investigación de periodistas independientes acaba de descubrir una terrible realidad: muchos refugiados sirios menores de edad que se encuentran en Turquía a la espera de poder trasladarse a un país seguro están siendo explotados en talleres de fabricación de ropa que trabajan para marcas tan conocidas como Zara, Marks & Spencer, Mango y Asos.
Estos niños se ven obligados a ganarse la vida en condiciones aún peores de las habituales: debido a su situación precaria les hacen trabajar más de 12 horas al día, y además cobran menos que cualquier otro trabajador. Son el negocio perfecto para sus explotadores.
No podemos permitir que haya niños y niñas que después de huir de la guerra estén pasando por esta situación. Por eso no basta con que las marcas digan que no saben de nada al respecto: tenemos que reclamar que Zara, Marks & Spencer, Mango, Asos y otras marcas que encargan su producción a fábricas situadas en países que acogen a refugiados sirios controlen de forma efectiva y sobre el terreno que ningún proveedor fabrique su ropa gracias a niños explotados.
Firma ahora la petición y pide a estas marcas que supervisen su producción sobre el terreno en Turquía para garantizar que ni un solo niño refugiado es explotado en sus fábricas. Con tu ayuda, podemos lograr que muchos niños y niñas sirios recuperen su infancia.