Definir las corridas de toros como un arte es un eufemismo que sirve a muchos para justificar lo que simplemente es una forma refinada de torturar a un animal.
Son maltratados antes de salir a la plaza ya que son encerrados en lugares pequeños y obscuros para que lleguen aturdidos y desorientados a la plaza, y para que pierdan parte de su fuerza: son sometidos al recorte de los cuernos, inducción de diarreas, golpes, etc.
Todas estas acciones se realizan para debilitar al toro aunque cuando sale a la plaza parece estar lleno de vigor y fiereza e intenta saltar la barrera, esto es solo porque se ve deslumbrado por la luz y desorientado por los gritos de la gente que ha ido a presenciar su ejecución.
En las corridas, los toros son asesinados de manera aberrante y brutal, son torturados sus orejas y rabo son cortados como trofeos , no sin antes ser dañados de su cuerpo lentamente, herido con una lanza en el lomo que le destroza los músculos y lesiona nervios y vasos sanguíneos, las lesiones producidas por las puyas hacen que el toro se desangre poco a poco, se intenta clavar las banderillas en el mismo lugar dónde el picador ya ha herido al toro evitando que la hemorragia se detenga y consiguiendo de esta manera que el animal sufra un constante dolor y pérdida de fuerza, algunas banderillas tienen un arpón de hasta 8 cms, pero lo cierto es que aunque su gancho sea más corto el dolor causado es terrible e insoportable para el animal, los cuales mueren ahogados con su propia sangre al ser penetrados con la estocada en una arteria mayor, pero no solo son ellos los animales maltratados; los caballos que usan los picadores también padecen dolor al sufrir las embestidas de los toros, de hecho estos animales mueren después de participar en 4 o 5 corridas.
Las corridas de toros, además de carecer de sentido ético y apoyo social, fomentan el desprecio hacia los animales y la insolidaridad entre los ciudadanos, acostumbrados a permanecer impasibles ante la ejecución de un ser vivo.
Las tradiciones, por antiguas que sean, deben ser revisadas y cambiadas, no se debe mantener algo que produce tanto dolor para diversión de personas indiferentes al dolor de un ser vivo.
Somos mayoría de ciudadanos los que no queremos que esta barbarie continúe, esto debe terminar.